Punto caramelo de Mersi Sevares habla de lo difícil y de lo excitante. Del punto exacto, es decir de vivir en este mundo caro, a fuerza de amarlo. Mersi porta el divino tesoro de su juventud, se deja crecer las alas y sobrevuela esta ciudad con el largavistas de la poesía. También con sabiduría, con “la cicatriz de haber pertenecido” y con la urgencia del deseo. Como si fuera nuevo en esto de ser terrícola y necesitara otra vez definirlo todo. ¿Puede la poesía verse, tocarse, agarrarse con una manopla porque lo que sale del horno es fuego? En Punto Caramelo hay algo de esa magia de la cocción lenta, de la observación minuciosa, lo que se funde y se amasa en una cocina, de donde vienen los ruidos más amables y también los filos de la cuchilla. Hay una voz aguda y punzante, como quien intenta habitar la experiencia con las yemas de los dedos. Los poemas de este libro son dispositivos de conocimiento y reparación. “el amor crece en la costura de los fragmentos” y es...